lunes, septiembre 29, 2008

Del cristalino mirar



Se enamoró de un río, del cristalino mirar, de sus ojos anfibios.
Se enamoró de un río, de la promesa final, de un descanso marino.

Y acarició la arena, y se abrazó a la espuma, del manantial cabello de su hermosura

Se enamoró de un río, de su pasado invernal, de sus troncos heridos.
Se enamoró de un río, de su presente fugaz, del remanso escondido.

Y acarició la arena, y se abrazó a la espuma, del manantial cabello de su hermosura

Y lo envolvió la corriente, con su torbellino blanco,
y recibió entre los musgos un masaje de guijarros.

Se enamoró de un río, del serpentino ritual, de sus pies coralinos.

Y acarició la arena, y se abrazó a la espuma, del manantial cabello de su hermosura
Cuando vi este lugar, me acordé de esta canción. Vidas, de Pedro Guerra, 2007.
Besos para todos y todas, sin distinciones.